miércoles, 7 de noviembre de 2012

La vida animal

Después de los vegetales, aparecieron los primeros indicios de vida animal primitiva. Estos surgieron en el mar, al igual que los vegetales.
Hoy en día, podemos encontrar una gran variedad de animales, que los científicos han dividido en dos grandes grupos:


Invertebrados: no presentan huesos o vertebras. Son los más abundantes del planeta (95 por ciento). En este grupo encontramos: gusanos, moluscos, artrópodos (insectos, arácnidos, crustáceos) y equinodermos.
Vertebrados o cordados: presentan un cordón nervioso y un esqueleto interno, formado de huesos o cartílagos. Los científicos han dividido a este grupo en: peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. La gran mayoría de ellos se reproducen por huevos (ovíparos), es decir, se desarrollan fuera del vientre materno. Los mamíferos son los únicos que se reproducen por cría viva (vivíparo), lo que quiere decir que sus crías se desarrollan dentro del vientre de la hembra.
Los animales no pueden fabricar su propio alimento y se les conoce como organismos heterótrofos. Deben buscar sus nutrientes, y según esto podemos clasificarlos en tres grupos: herbívoros (se alimentan solo de vegetales), carnívoros (se alimentan de otros animales) y los omnívoros (se alimentan tanto de vegetales como de otros animales).

Funciones esenciales

Los animales llevan a cabo las siguientes funciones esenciales: alimentación, respiración, circulación, excreción, respuesta, movimiento y reproducción:
  • Alimentación: La mayoría de los animales no pueden absorber comida; la ingieren. Los animales han evolucionado de diversas formas para alimentarse. Los herbívoros comen plantas, los carnívoros comen otros animales; y los omnívoros se alimentan tanto de plantas como de animales. Los detritívoros comen material vegetal y animal en descomposición. Los comedores por filtración son animales acuáticos que cuelan minúsculos organismos que flotan en el agua. Los animales también forman relaciones simbióticas, en las que dos especies viven en estrecha asociación mutua. Por ejemplo un parásito es un tipo de simbionte que vive dentro o sobre otro organismo, el huésped. El parásito se alimenta del huésped y lo daña.[1]
  • Respiración: no importa si viven en el agua o en la tierra, todos los animales respiran; esto significa que pueden tomar oxígeno y despedir dióxido de carbono. Gracias a sus cuerpos muy simples y de delgadas paredes, algunos animales utilizan la difusión de estas sustancias a través de la piel. Sin embargo, la mayoría de los animales han evolucionado complejos tejidos y sistemas orgánicos para la respiración.[1]
  • Circulación: Muchos animales acuáticos pequeños, como algunos gusanos, utilizan solo la difusión para transportar oxígeno y moléculas de nutrientes a todas sus células, y recoger de ellas los productos de desecho. La difusión basta porque estos animales apenas tienen un espesor de unas cuantas células. Sin embargo, los animales más grandes poseen algún tipo de sistema circulatorio para desplazar sustancias por el interior de sus cuerpos.[1]
  • Excreción: un producto de desecho primario de las células es el amoniaco, sustancia venenosa que contiene nitrógeno. La acumulación de amoniaco y otros productos de desecho podrían matar a un animal. La mayoría de los animales poseen un sistema excretor que bien elimina amoniaco o bien lo transforma en una sustancia menos tóxica que se elimina del cuerpo. Gracias a que eliminan los desechos metabólicos, los sistemas excretores ayudan a mantener la homeóstasis. Los sistemas excretores varían, desde células que bombean agua fuera del cuerpo hasta órganos complejos como riñones.[1]
  • Respuesta: Los animales usan células especializadas, llamadas células nerviosas, para responder a los sucesos de su medio ambiente. En la mayoría de los animales, las células nerviosas están conectadas entre sí para formar un sistema nervioso. Algunas células llamadas receptores, responden a sonidos, luz y otros estímulos externos. Otras células nerviosas procesan información y determinan la respuesta del animal. La organización de las células nerviosas dentro del cuerpo cambia dramáticamente de un fílum a otro.[1]
  • Movimiento: Algunos animales adultos permanecen fijos en un sitio. Aunque muchos tienen movilidad. Sin embargo tanto los fijos como los más veloces normalmente poseen músculos o tejidos musculares que se acortan para generar fuerza. La contracción muscular permite que los animales movibles se desplacen, a menudo en combinación con una estructura llamada esqueleto. Los músculos también ayudan a los animales, aún los más sedentarios, a comer y bombear agua y otros líquidos fuera del cuerpo.[1]

  • Reproducción: la mayoría de los animales se reproducen sexualmente mediante la producción de gametos haploides. La reproducción sexual ayuda a crear y mantener la diversidad genética de una población. Por consiguiente, ayuda a mejorar la capacidad de una especie para evolucionar con los cambios del medio ambiente. Muchos invertebrados también pueden reproducirse asexualmente. La reproducción asexual da origen a descendiente genéticamente idénticos a los progenitores. Esta forma de reproducción permite que los animales aumenten rápidamente en cantidad.[1]